La llegada de un hermano trae muchos cambios para la familia, especialmente para los pequeños de la casa que ahora son hermanos mayores. Estos cambios pueden darse a nivel físico o a nivel mental/comportamental y es ahí donde están los retos para los papás.
Algunos de los cambios que pueden esperarse en los niños con la llegada de un hermano/a son: querer volver a usar pañal, tomar tetero o leche de mamá, incremento de pataletas para llamar la atención y/o querer dormir en el cuarto de los papás. El sueño también puede verse trastornado con la llegada de un nuevo bebé. Es normal que tu hij@ tenga más despertares, que se resista a dormir, que sus siestas sean más cortas o que no quiera hacerlas, y que tu hijo quiera que papá o mamá lo acompañen más tiempo a la hora de dormir.
Si esto sucede, aquí les dejo algunos tips que pueden implementar con sus hijos durante esta regresión de sueño.
Habla con tu hijo:
Una vez sepamos que viene un bebé en camino, es importante hablar con el hermano/a mayor y contarle con toda franqueza lo que va a suceder. Cuéntale que los bebés necesitan mucha atención y que eso no significa que no vas a tener tiempo para él/ella sino que vas a necesitar su ayuda y apoyo durante este tiempo. Explícale que vas a tener que atender a su hermano/a varias veces y que también dedicarás tiempo para él.
Explícale dónde y cómo va a dormir el bebé:
Si vas a compartir cuarto con el bebé y tu hijo duerme en su propio cuarto, explícale por qué tienes que dormir con su hermanito. Cuéntale que los bebés necesitan comer seguido, que se despiertan frecuentemente y que necesitas tenerlo cerca por un tiempo pero que pronto tendrá su propio espacio. Muéstrale dónde va a dormir (moisés) y si tienes fotos muéstrale que cuando él/ella era pequeño dormía ahí también.
Si aún haces colecho con tu hijo mayor y quieres cambiar esto, te aconsejo que hagas el proceso al menos 4 a 5 meses antes de la llegada del bebé, así no se sentirá desplazado por su hermano. Si por el contrario, haces colecho y aún quieres hacerlo, prepáralo y explícale que el bebé puede llorar y levantarse varias veces pero que no pasa nada que ahí estarás para atenderlo y que él puede volver a dormir.
Paciencia y acompañamiento:
Si tu niño duerme en cama grande y empieza a levantarse en la noche para ir al cuarto de mamá y papá, acompáñalo con amor a su cuarto y dile que todo estará bien que puede seguir durmiendo en su cama. Si lo hace varias veces, acompáñalo todas las veces necesarias y no dejes que se quede en tu cama porque será muy difícil que vuelva a dormir en su cuarto. Puede que sea un par de noches duras pero con persistencia lograrás que vuelva a dormir como antes.
Si tu hijo duerme en cuna y se levanta llorando, pidiendo por tu compañía, dásela y háblale con amor explicándole que es hora de volver a dormir. Acompáñalo hasta que se duerma para darle esa tranquilidad y con el tiempo aléjate cada vez más hasta que no necesite de tu compañía.
Si ves que tu hijo continua con los despertares y resistiéndose a dormir, busca espacios en los que puedas compartir sin el/la hermano/a. Un espacio tranquilo en donde dediques toda tu atención. Pueden ser 30 minutos al día, antes de dormir. Puedes por ejemplo involucrar a tu hijo preguntándole qué le gustaría hacer durante esta rutina. Algunas ideas son: contar historias, cantar, orar, agradecer por el día que tuvieron y/o contar lo que más les gustó del día.
Poco a poco tu hij@ mayor se irá adaptando y verá que también hay tiempo de calidad para él/ella.
Por último, si estás esperando bebé y tu hijo mayor aún no duerme bien, puedes ayudarle a mejorar sus rutinas de sueño y enseñarle a dormir de manera independiente. El momento ideal para hacer este proceso es al iniciar el embarazo ya que tu hij@ no asociará el cambio con la llegada del bebé y tanto mamá como papá tendrán más tiempo y energía para acompañar al hijo mayor durante el aprendizaje. Si quieres hacer este proceso de manera gentil y amorosa, no dudes en contactarme y con gusto te acompañaré y guiaré durante todo el camino.
Comments