¿A quién no le gusta un masaje? Tener un ambiente cálido, con un aroma relajante y con música suave lo transportan a uno a un mundo de tranquilidad y paz. El masaje ha estado presente por miles de años con el fin de ayudar a las personas a descansar y a relajarse.
Nuestros bebés pueden beneficiarse enormemente de un masaje pues es un momento en el que pueden sentir su cuerpo, relajar sus músculos y tener una linda conexión con sus cuidadores. Además, el masaje es un gran aliado para calmar a los bebés durante esos momentos del día en que están cansados y un poco irritables.
Para hacer un masaje no se necesita mucho. Puedes transformar rápidamente tu casa en un spa con estos simples pasos.
¿QUÉ NECESITAS ANTES DE COMENZAR?
Cuando vayas a hacer un masaje te recomiendo que pongas al bebé sobre un cambiador impermeable, así podrás limpiar fácilmente el aceite o crema que utilices. También es importante escoger un aceite natural como aceite de almendras o de ajonjolí, o en su defecto, un aceite especial para bebés. Pueden tener a la mano 2 toallas suaves, una para retirar el exceso de aceite al finalizar el masaje y otra para abrigar al bebé una vez terminen.
Para ambientar puedes optar por una vela con aroma, música amena, y/o un difusor con esencias suaves y especiales para bebés (ten cuidado con el producto que usas, hay esencias muy fuertes que no son aptas para niños).
Finalmente, utiliza una luz tenue con una lámpara pequeña o si puedes baja la luz del cuarto en el que están. Recuerda bajar tu tono de voz y hablar suave y dulcemente.
PASOS PARA DAR UN MASAJE RELAJANTE
1. PREPARATE Y PREPARA A TU BEBÉ
El momento del masaje debe ser un momento de conexión y atención con tu bebé. No tiene que ser muy largo, pueden ser 5 a 10 minutos, pero es importante que estés enfocado en el masaje y que no estés haciendo otras cosas como hablar por celular o contestar correos. Asi que te invito a que dejes tu celular a un lado y que le cuentes a tu bebé lo que van a hacer. Dile que van a relajarse y que le vas a hacer un masaje delicioso para que se sienta mejor.
2. AMBIENTA EL LUGAR
Una vez le digas a tu bebé lo que va a suceder, puedes ambientar el cuarto con una música suave, una vela, difusor de aromas y una luz tenue. Trata de que la temperatura del cuarto no sea muy fría y que no entren corrientes de aire.
3. MANOS A LA OBRA
Una vez tú y tu bebé estén listos, quita suavemente la ropa de tu bebé y cuéntale qué vas a hacer. Pon unas gotas de aceite en tu mano y frótalas hasta que estén calientes. Puedes comenzar poniendo tus manos calientes en su pecho para que sienta tu calor y luego dejar que huela el aceite. Esto permitirá activar sus sentido del olfato y tacto.
4. MASAJE DE PIES A CABEZA
Comienza el masaje con los pies utilizando tus dedos pulgares hacia arriba e intercalando el pulgar derecho con el pulgar izquierdo. Luego continua con sus piernas haciendo un masaje desde afuera hacia adentro. Coge con cada una de tus manos las piernas de tu bebé y gira suavemente tus manos hacia adentro (como si estuvieras abriendo una llave hacia sus muslos). Luego continúa con su estomago, del ombligo hacia fuera (sus costados). También puedes hacer una pequeña “C” invertida desde arriba del ombligo hacia la derecha, terminando abajo del ombligo.
Continúa con sus brazos, masajeando hacia abajo y hacia adentro como lo hiciste con las piernas.
Con tus dedos acaricia suavemente su cara pasando por su frente, nariz, cachete, mentón y orejas haciendo pequeños círculos. Para terminar masajea suavemente su cabeza en círculos.
5. MASAJE DE ESPALDA
Una vez termines el masaje de frente, voltea a tu bebé y con tus palmas haz una pequeña presión desde el centro hacia los costados. Es importante que no ejerzas presión directa sobre su columna sino que pongas tus manos al lado de su columna y luego las muevas hacia los costado.
6. FINALIZA AGRADECIENDO
Una vez hayas terminado el masaje, dile a tu bebé que te encantó haber compartido ese momento con él y que esperas que se sienta muy tranquilo. Cuéntale que mañana vuelves a hacerlo y que lo amas mucho.
RECOMENDACIONES FINALES
Recuerda que si tu bebé llora o se queja en algún momento, es mejor parar. La tolerancia al masaje se va desarrollando poco a poco. Intenta 5 minutos y luego puedes extenderlo hasta 20 minutos o hasta el tiempo que tu bebé tolere y disfrute.
Tener un bebé calmado ayuda mucho a inducir el sueño y a preparar a tu bebé para dormir. Es una gran forma de hacer una rutina de sueño relajante y una linda manera de tener un momento especial con tu bebé.
Si les gustó, los invito a que lo compartan y a que lo practiquen en casa.
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